Un Legado Que Durará Para Siempre.

Erase una vez en un lugar cercano a Soledad De Graciano Sánchez San Luis Potosí, México. En octubre 15 de 1959, Pablo López Alonso y Elodia Méndez Rocha unieron sus vidas prometiendo amarse, respetarse y ser fiel en lo próspero, en lo adverso, en la salud y la enfermedad. Fue así como inició su historia…, y al igual que todas las parejas inician con sueños e ilusiones, la familia López Méndez no fue la excepción. Elodia una mujer llena de fe, luchadora, optimista, precavida y tenaz. Sus principios y valores siempre fundamentados en la fe en Dios que le inculcaron sus padres. Ella se dedicó a cuidar y a educar a sus hijos. Pablo un hombre responsable, dedicado y muy trabajador sin duda fue un trabajo en equipo, tener hijos sanos, responsables y felices era el objetivo. En busca de mejores oportunidades para su familia, en el año de 1973, Pablo decide viajar a Chicago Illinois en Estados Unidos. Al principio él estaba solo, su esposa e hijos fueron en algunas ocasiones a visitarlo. Sin embargo, Pablo guardaba la esperanza de reunir a toda su familia y con esa idea trabajaba largas horas, hasta que 5 años más tarde con su dedicación, trabajo y esfuerzo en el año de 1978 logro legalmente traer su familia a iniciar su vida juntos. Elodia recuerda que ya en Chicago el problema fue rentar un departamento en dónde le permitieran estar con toda la familia pues eran 11 personas; 9 hijos por ese motivo tuvieron que rentar dos departamentos. Así que durante un tiempo vivieron en el segundo y tercer piso de un edificio. Platica que ella llevaba un día a sus hijos caminando en medio de la nieve rumbo a la iglesia, pues en Chicago las continuas tormentas dejaban las calles cubierta de nieve… y ahí en ese caminar, le pidió a Dios que le permitiera vivir cerca de una iglesia para no perder la misa debido a las inclemencias del tiempo.

Pronto esas plegarias tuvieron respuesta y fue así que se movieron a una casa y para su gran regocijo, una iglesia estaba en la esquina de la casa y otra a tan sólo 2 cuadras. Así que ahora ya podría asistir a diferentes horas y actividades que había en la iglesia. Para Pablo y Elodia la fe en Dios es fundamental y como ella dice “Con Dios todo, sin el nada” y con esa Fe ellos sembraron en sus hijos los valores de Fe, Esperanza, Amor, Servicio, Comunicación, Entrega, Alegría, Paciencia, Respeto, Responsabilidad y Unión. Son estos valores fundamentales los que han hecho que su familia sea una familia unida que ofrezcan su servicio a su comunidad y que vivan cada día con alegría dentro de los problemas que se presentan. Sin duda alguna son un matrimonio con altas y bajas como cualquier otro, hubo situaciones que tuvieron que afrontar como familia y como padres, no obstante, la Fe, el amor y la comunicación fue fundamental para así seguir avanzando y progresando con su familia. Uno de los grandes retos que tuvieron que afrontar, fue la muerte de su hijo Elpidio que durante un accidente de auto muere a los 43 años y que aún en estos días todavía es recordado como una persona generosa, sencilla y de gran corazón por familiares, amigos y la comunidad a la que él ayudaba desinteresadamente. Elodia recuerda todavía la última vez que lo vio a un lado de la pila bautismal de la iglesia a la que asistían. Pero como siempre “Con Dios Todo, sin el Nada” salieron adelante mediante la oración y el servicio que les dio la fortaleza para superar el dolor y la pérdida. Cumplir 60 años de matrimonio se dice fácil, pero sin duda es una bendición y un regalo de DIOS. Hoy Pablo y Elodia tienen un gran motivo para celebrar y sentirse orgullosos de lo que han conseguido, de tener un legado para la familia y un ejemplo, han compartido alegrías y tristezas. han superado problemas, han aprendido a conocerse mejor, a compartir y amar, 60 años de fe, esperanza y amor.

Un Legado que Durara Para Siempre
MENSAJE PARA LA COMUNIDAD
Pablo con su experiencia aconseja vivir con respeto unos a otros, pues como Dijo Benito Juárez: “El Respeto al Derecho ajeno es la Paz” Él viene de una familia en donde se inculcaba el respeto a los mayores y se les hablaba con toda reverencia a los adultos, no se podía fumar ni tomar delante de ellos. Cosa que nunca hizo; ni aun estando solo, pues se mantuvo alejado de los vicios, y fué un ejemplo que les dio a sus hijos y se siente orgulloso que ninguno optó por seguir ese camino.

Hijos y nietos forman parte de nuestras reuniones familiares, tradiciones y siempre conviviendo en armonía. La Fe, paciencia y dedicación fue lo básico para tener éxito en estos 60 años, el fruto se ve en la familia que hemos fundado.
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